Con mucha frecuencia vienen a consulta pacientes que me dicen que sus encías sangran. A ver, hay una cosa muy clara, y es que si tus encías sangran no están sanas.
Puede ocurrir mientras te estás cepillando o mientras usas el hilo dental, y debo decirte que eso es un síntoma de que algo no marcha bien en tu boca. Es posible que se trate de una de las primeras señales de la enfermedad periodontal. Por esa razón, en cuanto te des cuenta de que eso ocurre, pide cita y ven a consulta lo antes posible para evitar posibles problemas más graves.
Existen varias causas del sangrado de encías, y todas son perfectamente plausibles: es posible que hayas iniciado una rutina bucal nueva, que el cepillado sea en exceso, demasiado fuerte o demasiado suave (tienes que hacerlo con la intensidad adecuada). Igualmente, también puede ocurrir que lo cause algún medicamento que estés tomando.
¿Entonces, por qué sangran las encías?
Como digo, pueden ser muchas causas las que lo provoquen, generalmente las encías sangran porque se acumula placa bacteriana encima, alrededor y entre los dientes. Si esta placa no la eliminamos, por lo general con el cepillado, las bacterias pueden irritar la encía y hacer que sangre.
¿Hay forma de prevenirlo?
Claro que sí. De hecho, te voy a dejar 6 pasos que puedes seguir en tu rutina de higiene para reducir la posibilidad de que tus encías sangren cuando te cepillas los dientes. ¿Listo?
Cepíllate los dientes con flúor para que no veas que tus encías sangran
No olvides que el cepillado te ayuda a eliminar la placa y la comida que se acumula en los dientes y que puede irritar las encías, y, por lo tanto, provocar problemas como la gingivitis, de la que ya hemos hablado en un post anterior.
Para evitarlo, cepíllate tres veces al día con una pasta con flúor.
El cepillado, que sea exhaustivo
Hay veces que, por cualquier motivo, nos cepillamos la boca rápido, con prisa. Alto. Para que sea realmente efectivo y cumpla con su misión, no corras y tómate tu tiempo al cepillarte los dientes.
Asegúrate de que llegas hasta el último rincón de tu boca, incluso entre los dientes (puedes usar para eso los cepillos interdentales). Limpia el exterior de las piezas dentales, pero también el interior, tanto en la parte superior como en la inferior. Y no te olvides de las muelas.
Si tienes dudas, ven a consulta y hablamos.
No te cepilles demasiado fuerte si no quieres ver que tus encías sangran
Hacerlo con demasiada fuerza no significa hacerlo bien, de hecho es perfecto para hacerte daño. Es importante que siempre que lo hagas te asegures de que el cepillo no está demasiado gastado, ya que eso puede dañar el esmalte del diente. Un buen consejo: cambia el cepillo cada tres meses.
Movimientos del cepillo
Cuando te cepilles, lo ideal es que lo hagas realizando movimientos circulares o elípticos inclinando el cabezal del cepillo unos 45 grados. Esto permitirá limpiar bien la zona de unión entre diente y encía. Para la parte interior de los dientes frontales, por el cepillo en vertical y con la parte frontal haz pequeños círculos.
No olvides cepillar bien la línea de la encía, pues aquí se acumula mucha placa. También puedes usar el hilo dental.
La lengua
Hay muchas personas que solo se centran en cepillar los dientes, olvidando un lugar importante, la lengua. No solo te ayudará a tener más limpia tu boca, sino a que esté más fresca.
¿Tienes alguna duda? Ven a consulta y hablamos. Ah, y no te preocupes por las restricciones de movilidad, si lo necesitas, te damos un justificante.
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